Descripcion
El Rolls-Royce Park Ward, presentado en el año 2000, representa un capítulo especial en la historia de la prestigiosa marca británica. Este modelo fue producido hasta 2002 y se distingue por ser una variante alargada del icónico Rolls-Royce Silver Seraph. El Park Ward lleva el nombre del famoso carrocero británico Park Ward, conocido por su asociación histórica con Rolls-Royce en la creación de carrocerías personalizadas de lujo.
A lo largo de su breve pero significativa producción, el Park Ward se consolidó como símbolo de exclusividad y sofisticación. Con una longitud aumentada en 250 mm respecto al Silver Seraph, el Park Ward ofrecía un espacio interior más generoso, especialmente apreciado en la parte trasera, lo que proporcionaba a sus ocupantes un nivel de confort inigualable, ideal para quienes valoraban el lujo en los trayectos con chófer.
Bajo el capó, el Park Ward albergaba un motor V12 de 5.4 litros desarrollado en colaboración con BMW, proporcionando una potencia de 326 caballos y un rendimiento suave y sereno que se esperaba de un Rolls-Royce. A nivel técnico, el modelo incorporaba avanzadas tecnologías de la época como el control de tracción y un sistema de suspensión neumática ajustable, que garantizaban una experiencia de conducción sublime.
Aunque no fue producido en grandes cantidades, el Park Ward dejó una huella en el mercado de automóviles de lujo debido a su exclusividad y atención al detalle. Este modelo no solo reforzó la imagen de Rolls-Royce como fabricante de automóviles de lujo, sino que también se consolidó como un coche de colección altamente apreciado por los entusiastas de la marca. La exclusividad del Park Ward, junto con su refinamiento y artesanía, lo hacen una joya dentro de la historia automotriz.
A lo largo de su breve pero significativa producción, el Park Ward se consolidó como símbolo de exclusividad y sofisticación. Con una longitud aumentada en 250 mm respecto al Silver Seraph, el Park Ward ofrecía un espacio interior más generoso, especialmente apreciado en la parte trasera, lo que proporcionaba a sus ocupantes un nivel de confort inigualable, ideal para quienes valoraban el lujo en los trayectos con chófer.
Bajo el capó, el Park Ward albergaba un motor V12 de 5.4 litros desarrollado en colaboración con BMW, proporcionando una potencia de 326 caballos y un rendimiento suave y sereno que se esperaba de un Rolls-Royce. A nivel técnico, el modelo incorporaba avanzadas tecnologías de la época como el control de tracción y un sistema de suspensión neumática ajustable, que garantizaban una experiencia de conducción sublime.
Aunque no fue producido en grandes cantidades, el Park Ward dejó una huella en el mercado de automóviles de lujo debido a su exclusividad y atención al detalle. Este modelo no solo reforzó la imagen de Rolls-Royce como fabricante de automóviles de lujo, sino que también se consolidó como un coche de colección altamente apreciado por los entusiastas de la marca. La exclusividad del Park Ward, junto con su refinamiento y artesanía, lo hacen una joya dentro de la historia automotriz.