Rolls-Royce Phantom VII
Id marca:
33
Anyo inicio:
2003
Anyo fin:
2017
Descripcion
El Rolls-Royce Phantom VII, lanzado en 2003, marcó un hito significativo en la historia de Rolls-Royce, siendo el primer modelo producido bajo la propiedad de BMW. Este modelo representó un renacimiento para la marca, combinando la tradición artesanal británica con la ingeniería alemana de vanguardia.
El Phantom VII se mantuvo en producción hasta 2017 y se convirtió en un símbolo de lujo y sofisticación automotriz. Este modelo se construyó sobre una nueva plataforma de aluminio, equipada con un motor V12 de 6.75 litros, capaz de producir 453 caballos de fuerza, lo que le permitía una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 5.9 segundos. A pesar de su imponente tamaño, el Phantom ofrecía un manejo sorprendentemente ágil y una calidad de conducción excepcional gracias a su suspensión neumática adaptativa.
El interior del Phantom VII era un testimonio de la opulencia, con materiales de la más alta calidad, desde pieles finas hasta maderas nobles, todo hecho a mano por artesanos expertos. Los niveles de personalización eran prácticamente ilimitados, permitiendo a los propietarios diseñar un vehículo verdaderamente único.
El Phantom VII no tuvo diferentes generaciones, pero experimentó varias actualizaciones durante su ciclo de vida, mejorando aspectos tecnológicos y de confort. En el mercado, el Phantom consolidó la posición de Rolls-Royce como líder en el segmento de automóviles de lujo ultra-exclusivos. Recibió numerosos galardones por su diseño y artesanía, y fue un referente en su categoría.
Este modelo no solo redefinió el lujo automotriz sino que también estableció nuevos estándares en términos de calidad y prestigio, convirtiéndose en el coche de elección para la élite mundial. Sin duda, el Rolls-Royce Phantom VII es un clásico moderno que sigue siendo admirado por su elegancia atemporal y su impresionante ingeniería.
El Phantom VII se mantuvo en producción hasta 2017 y se convirtió en un símbolo de lujo y sofisticación automotriz. Este modelo se construyó sobre una nueva plataforma de aluminio, equipada con un motor V12 de 6.75 litros, capaz de producir 453 caballos de fuerza, lo que le permitía una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 5.9 segundos. A pesar de su imponente tamaño, el Phantom ofrecía un manejo sorprendentemente ágil y una calidad de conducción excepcional gracias a su suspensión neumática adaptativa.
El interior del Phantom VII era un testimonio de la opulencia, con materiales de la más alta calidad, desde pieles finas hasta maderas nobles, todo hecho a mano por artesanos expertos. Los niveles de personalización eran prácticamente ilimitados, permitiendo a los propietarios diseñar un vehículo verdaderamente único.
El Phantom VII no tuvo diferentes generaciones, pero experimentó varias actualizaciones durante su ciclo de vida, mejorando aspectos tecnológicos y de confort. En el mercado, el Phantom consolidó la posición de Rolls-Royce como líder en el segmento de automóviles de lujo ultra-exclusivos. Recibió numerosos galardones por su diseño y artesanía, y fue un referente en su categoría.
Este modelo no solo redefinió el lujo automotriz sino que también estableció nuevos estándares en términos de calidad y prestigio, convirtiéndose en el coche de elección para la élite mundial. Sin duda, el Rolls-Royce Phantom VII es un clásico moderno que sigue siendo admirado por su elegancia atemporal y su impresionante ingeniería.