Rolls-Royce 25/30
Id marca:
33
Anyo inicio:
1936
Anyo fin:
1938
Descripcion
El Rolls-Royce 25/30 es un emblemático modelo de la prestigiosa marca británica Rolls-Royce, producido entre 1936 y 1938. Este coche representó una evolución del anterior modelo 20/25, diseñado para ofrecer un mejor rendimiento y adaptarse a las exigencias de los conductores de la época que buscaban más potencia sin sacrificar el lujo característico de la marca.
El 25/30 fue concebido en un periodo en el que la industria automotriz se encontraba en constante innovación. Se introdujo con un motor de seis cilindros en línea y 4.257 cc, que proporcionaba una potencia superior a su predecesor. Este incremento en la cilindrada permitía un desempeño más robusto, adecuado para las carrocerías cada vez más pesadas que los clientes de Rolls-Royce solían encargar a carroceros independientes. Esta flexibilidad en el diseño exterior permitía personalizar el vehículo al gusto del propietario, manteniendo siempre los estándares de calidad y lujo de Rolls-Royce.
En cuanto a su importancia en el mercado, el 25/30 fue muy bien recibido por su combinación de elegancia, fiabilidad y rendimiento mejorado. Aunque no se produjeron en grandes cantidades, estos vehículos se convirtieron en un símbolo de estatus y sofisticación. No obstante, debido a su producción limitada y la exclusividad de la marca, no participó en certámenes que le otorgaran premios específicos, pero su legado perdura como un icono de la ingeniería automotriz de la época.
En resumen, el Rolls-Royce 25/30 es un reflejo de la maestría de Rolls-Royce en crear vehículos que combinan lujo, personalización y tecnología avanzada para su tiempo, consolidando aún más la reputación de la marca como sinónimo de excelencia automovilística.
El 25/30 fue concebido en un periodo en el que la industria automotriz se encontraba en constante innovación. Se introdujo con un motor de seis cilindros en línea y 4.257 cc, que proporcionaba una potencia superior a su predecesor. Este incremento en la cilindrada permitía un desempeño más robusto, adecuado para las carrocerías cada vez más pesadas que los clientes de Rolls-Royce solían encargar a carroceros independientes. Esta flexibilidad en el diseño exterior permitía personalizar el vehículo al gusto del propietario, manteniendo siempre los estándares de calidad y lujo de Rolls-Royce.
En cuanto a su importancia en el mercado, el 25/30 fue muy bien recibido por su combinación de elegancia, fiabilidad y rendimiento mejorado. Aunque no se produjeron en grandes cantidades, estos vehículos se convirtieron en un símbolo de estatus y sofisticación. No obstante, debido a su producción limitada y la exclusividad de la marca, no participó en certámenes que le otorgaran premios específicos, pero su legado perdura como un icono de la ingeniería automotriz de la época.
En resumen, el Rolls-Royce 25/30 es un reflejo de la maestría de Rolls-Royce en crear vehículos que combinan lujo, personalización y tecnología avanzada para su tiempo, consolidando aún más la reputación de la marca como sinónimo de excelencia automovilística.