Descripcion
El Skoda 420, lanzado por la marca checa Skoda en 1933, representa un hito significativo en la evolución del fabricante durante la década de 1930. Este modelo surgió en un periodo de cambios industriales y económicos, reflejando la adaptación de Skoda a las demandas del mercado de vehículos más accesibles y eficientes.
El Skoda 420 se distinguía por su diseño compacto y su enfoque en la economía y funcionalidad. Estaba equipado con un motor de cuatro cilindros en línea, con una cilindrada de 995 cc, capaz de generar aproximadamente 20 caballos de fuerza. Este motor estaba acoplado a una transmisión manual de tres velocidades, lo que permitía al vehículo alcanzar una velocidad máxima cercana a los 80 km/h. Su construcción se basaba en un chasis de acero con suspensión delantera independiente y frenos de tambor en las cuatro ruedas, características avanzadas para su época que mejoraban la maniobrabilidad y seguridad del coche.
El 420 no tuvo generaciones subsecuentes, ya que su producción se limitó a un corto período de tiempo, de 1933 a 1934. Sin embargo, su importancia radica en su contribución al establecimiento de Skoda como un fabricante de automóviles fiable y accesible para el consumidor medio en Europa Central. Al ser uno de los primeros coches de Skoda en ofrecer una combinación de eficiencia, coste y tecnología avanzada para su tiempo, el 420 ayudó a consolidar la reputación de la marca.
Aunque no recibió premios específicos, el Skoda 420 es recordado por su papel en la democratización del automóvil en Checoslovaquia y por sentar las bases para los futuros desarrollos de Skoda en la industria automotriz.
El Skoda 420 se distinguía por su diseño compacto y su enfoque en la economía y funcionalidad. Estaba equipado con un motor de cuatro cilindros en línea, con una cilindrada de 995 cc, capaz de generar aproximadamente 20 caballos de fuerza. Este motor estaba acoplado a una transmisión manual de tres velocidades, lo que permitía al vehículo alcanzar una velocidad máxima cercana a los 80 km/h. Su construcción se basaba en un chasis de acero con suspensión delantera independiente y frenos de tambor en las cuatro ruedas, características avanzadas para su época que mejoraban la maniobrabilidad y seguridad del coche.
El 420 no tuvo generaciones subsecuentes, ya que su producción se limitó a un corto período de tiempo, de 1933 a 1934. Sin embargo, su importancia radica en su contribución al establecimiento de Skoda como un fabricante de automóviles fiable y accesible para el consumidor medio en Europa Central. Al ser uno de los primeros coches de Skoda en ofrecer una combinación de eficiencia, coste y tecnología avanzada para su tiempo, el 420 ayudó a consolidar la reputación de la marca.
Aunque no recibió premios específicos, el Skoda 420 es recordado por su papel en la democratización del automóvil en Checoslovaquia y por sentar las bases para los futuros desarrollos de Skoda en la industria automotriz.