Descripcion
El Citroën GS, lanzado inicialmente en 1970, representa un hito en la historia automotriz de la marca francesa Citroën. Este modelo fue concebido como un vehículo de tamaño mediano, situado entre el Citroën 2CV y el Citroën DS, y se produjo hasta 1986. Durante su vida comercial, el GS se destacó por sus innovaciones técnicas y diseño vanguardista, características que consolidaron a Citroën como pionera en la ingeniería automotriz.
El diseño del Citroën GS fue obra de Robert Opron, quien logró combinar una aerodinámica superior con un diseño moderno y elegante. Una de sus características más emblemáticas fue la suspensión hidroneumática, otorgando al coche una conducción extraordinariamente suave y cómoda, algo inusual para su segmento en aquella época.
El GS estaba propulsado por un motor bóxer de cuatro cilindros refrigerado por aire, inicialmente disponible en versiones de 1.0 y 1.2 litros. Estas motorizaciones, aunque modestas, ofrecían un rendimiento equilibrado y eficiente. En 1979, Citroën introdujo el GSA, una actualización del GS que incluyó mejoras en el interior, un cuadro de instrumentos más moderno y un maletero de mayor capacidad gracias a su diseño hatchback.
La importancia del Citroën GS en el mercado se reflejó en su éxito comercial, con más de 2.5 millones de unidades vendidas durante su producción. Este modelo también recibió varios reconocimientos, siendo el más notable el premio al Coche del Año en Europa en 1971, gracias a su innovación y calidad de conducción.
En resumen, el Citroën GS no solo representó un avance técnico significativo para su época, sino que también dejó una huella indeleble en la historia de Citroën, consolidándose como un icono de la ingeniería francesa del siglo XX.
El diseño del Citroën GS fue obra de Robert Opron, quien logró combinar una aerodinámica superior con un diseño moderno y elegante. Una de sus características más emblemáticas fue la suspensión hidroneumática, otorgando al coche una conducción extraordinariamente suave y cómoda, algo inusual para su segmento en aquella época.
El GS estaba propulsado por un motor bóxer de cuatro cilindros refrigerado por aire, inicialmente disponible en versiones de 1.0 y 1.2 litros. Estas motorizaciones, aunque modestas, ofrecían un rendimiento equilibrado y eficiente. En 1979, Citroën introdujo el GSA, una actualización del GS que incluyó mejoras en el interior, un cuadro de instrumentos más moderno y un maletero de mayor capacidad gracias a su diseño hatchback.
La importancia del Citroën GS en el mercado se reflejó en su éxito comercial, con más de 2.5 millones de unidades vendidas durante su producción. Este modelo también recibió varios reconocimientos, siendo el más notable el premio al Coche del Año en Europa en 1971, gracias a su innovación y calidad de conducción.
En resumen, el Citroën GS no solo representó un avance técnico significativo para su época, sino que también dejó una huella indeleble en la historia de Citroën, consolidándose como un icono de la ingeniería francesa del siglo XX.