Peugeot 302
Id marca:
13
Anyo inicio:
1936
Anyo fin:
1938
Descripcion
El Peugeot 302, presentado al público en el Salón del Automóvil de París en 1936, representa un capítulo notable en la historia automotriz de la marca francesa Peugeot. Este modelo, producido hasta 1938, fue diseñado en plena era de la aerodinámica, y su estructura refleja claramente la influencia del Art Deco, con líneas fluidas y un frontal con parrilla inclinada que le conferían una apariencia elegante y moderna para su época.
El Peugeot 302 se produjo en una única generación, sirviendo como puente entre el Peugeot 301 y el más grande Peugeot 402. Montaba un motor de cuatro cilindros y 1.758 cc, capaz de entregar una potencia de aproximadamente 43 CV, que le permitía alcanzar velocidades cercanas a los 110 km/h. Este rendimiento, junto con su construcción robusta y su suspensión delantera independiente de tipo Dubonnet, le otorgaban una conducción suave y confortable, un rasgo distintivo en los vehículos de aquel entonces.
Este modelo se ofrecía en varias carrocerías, incluidas la berlina, el descapotable y el coupé, lo que destacaba su versatilidad y atractivo para diferentes tipos de clientes. En términos de diseño, el Peugeot 302 incorporaba faros integrados en los guardabarros, una característica innovadora que posteriormente se convirtió en un sello distintivo de la marca.
Aunque no fue un éxito de ventas masivo debido al contexto socioeconómico de la época, el Peugeot 302 jugó un papel importante en consolidar la reputación de Peugeot como fabricante de automóviles elegantes y técnicamente avanzados. A pesar de que no recibió premios destacados, su legado perdura como un testimonio del ingenio y la adaptabilidad de la marca en tiempos de cambio.
El Peugeot 302 se produjo en una única generación, sirviendo como puente entre el Peugeot 301 y el más grande Peugeot 402. Montaba un motor de cuatro cilindros y 1.758 cc, capaz de entregar una potencia de aproximadamente 43 CV, que le permitía alcanzar velocidades cercanas a los 110 km/h. Este rendimiento, junto con su construcción robusta y su suspensión delantera independiente de tipo Dubonnet, le otorgaban una conducción suave y confortable, un rasgo distintivo en los vehículos de aquel entonces.
Este modelo se ofrecía en varias carrocerías, incluidas la berlina, el descapotable y el coupé, lo que destacaba su versatilidad y atractivo para diferentes tipos de clientes. En términos de diseño, el Peugeot 302 incorporaba faros integrados en los guardabarros, una característica innovadora que posteriormente se convirtió en un sello distintivo de la marca.
Aunque no fue un éxito de ventas masivo debido al contexto socioeconómico de la época, el Peugeot 302 jugó un papel importante en consolidar la reputación de Peugeot como fabricante de automóviles elegantes y técnicamente avanzados. A pesar de que no recibió premios destacados, su legado perdura como un testimonio del ingenio y la adaptabilidad de la marca en tiempos de cambio.